Causas de las infecciones durante el embarazo
Entre el 2 y el 4 por ciento de las embarazadas desarrollarán una infección urinaria. Los médicos suponen que la causa de esto se encuentra en los cambios hormonales y de la posición anatómica del tracto urinario durante el embarazo, que facilitan que las bacterias viajen a través de los uréteres hacia los riñones. Por esta razón se recomienda hacer análisis periódicos de orina durante el embarazo.
• Los riñones aumentan de tamaño por el aumento del flujo sanguíneo que deben filtrar y por lo tanto aumenta la longitud renal.
• La vejiga es desplazada de su sitio habitual por el crecimiento del feto.
• El aumento de la hormona progesterona produce relajación de la musculatura de la vejiga y de los uréteres, lo que lentifica el flujo de la orina.
• El útero comprime los uréteres, especialmente el del lado derecho, acumulándose en los uréteres hasta 200 ml de orina. Este estancamiento urinario favorece la aparición de las bacterias.
• El pH de la orina cambia y se hace más alcalino.
Síntomas de una infección urinaria
No todas las embarazadas tienen síntomas, pero la mayoría tiene algunos de estos:
• Dolor o sensación de ardor al orinar
• Necesidad de orinar frecuentemente
• Después de orinar, se continúa con el deseo de orinar un poco más
• Sangre o moco en la orina
• Dolor o contracciones en la parte baja del vientre
• Dolor durante el acto sexual
• Escalofríos, fiebre, sudoración profusa, incontinencia
• Cambio en la cantidad de orina, ya sea a más o a menos
• La orina tiene un aspecto turbio, huele mal o el olor es muy concentrado
• Dolor, sensación de presión o sensibilidad extrema en la zona de la vejiga
• Cuando la bacteria se disemina a los riñones, se puede tener dolor en la parte baja de la espalda, escalofríos, fiebre, náusea y vómito.
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